“En el Grupo GoodMills, no fuimos inmunes a los efectos de la pandemia, pero a través de una cultura de trabajo conjunta, pensar fuera de la caja y ser flexibles y adaptables logramos mantener nuestra importante contribución a la nutrición de la población de Central y Europa del Este. La nueva temporada 20/21 seguirá siendo un desafío, pero sabemos que tenemos el equipo adecuado para afrontarlo y cumplir con lo que se espera de nosotros.”

Que año 2020 ha sido. Si tiene una memoria lo suficientemente larga, ha habido bastantes años con mucha volatilidad en los mercados de materias primas, conmociones a las economías globales e incluso alguna que otra pandemia, pero ninguno de estos eventos ha resultado en un bloqueo global como lo hemos experimentado en el 2020. En el Grupo GoodMills no fuimos inmunes a los efectos de la pandemia, pero a través de una cultura de trabajo conjunta, pensar fuera de la caja y ser flexibles y adaptables logramos mantener nuestra importante contribución a la alimentación de la población de Central y Europa del Este.

Como todos nosotros, a principios de marzo nos enfrentamos a una situación completamente nueva y desconocida: la “Corona-Pandemia” que nos catapultó fuera de nuestra vida cotidiana. Fuimos testigos de compras de pánico en los supermercados, producción trabajando a plena capacidad, escasez de materiales de embalaje, problemas logísticos y ausencia de personal debido al virus.

La Junta Ejecutiva del Grupo GoodMills creó rápidamente un equipo de crisis Covid-19 para conectar la administración del Holding con nuestra sólida administración local para facilitar el intercambio rápido de las mejores prácticas, coordinar medidas en todo el Grupo y ser un socio para las decisiones importantes sobre el nivel de país.

Primero y ante todo, la prioridad para el Grupo era la salud y el bienestar de nuestros empleados, y luego asegurar la producción continua en todas nuestras instalaciones. Entre las medidas iniciales que se tomaron estuvo el acordonamiento de nuestras plantas y la solicitud de personal no operativo para trabajar desde casa.

Además, segmentamos todas las operaciones y turnos y creamos equipos separados para minimizar la interacción personal entre los miembros de nuestro personal, respetando así las normas de distanciamiento social que todavía seguimos hoy.

Los sistemas de higiene y seguridad se han implementado completa y estrictamente durante años en todas nuestras plantas. Debido a nuestra adherencia a estos estándares y al hecho de que hemos planeado para una serie de eventualidades previsibles, el Grupo GoodMills ya estaba en una posición sólida para hacer frente a los desafíos impuestos por la nueva situación.

Implementamos el 100% de todos los salvaguardias adicionales que nos sugirieron los expertos en todos nuestros molinos en toda Europa tales como: la obligación de incrementar el lavado y/o desinfección de manos por parte de todas las personas, aumentar el número de puntos de preparación de desinfectante, mantener una distancia mínima de 1 metro entre personas en cualquier área y conductores para permanecer en sus vehículos en los puntos de carga y descarga de camiones.

En muy poco tiempo, el departamento de IT de la sede creó los requisitos previos para el trabajo remoto en todas las funciones relevantes, de modo que fue posible cambiar directamente del trabajo de oficina al trabajo móvil.

Cuando la primera ola irrumpió en nuestra vida, no solo tuvimos que adaptarnos personalmente a la nueva situación, sino que también tuvimos que enfrentar una creciente demanda de harina envasada de 1 kg de nuestros socios minoristas, así como socios B2B impulsada por las compras de pánico en las tiendas.

La adquisición de materias primas durante el primer confinamiento se llevó a cabo en las condiciones más difíciles, ya que la demanda de materias primas y los requisitos de logística y transporte en todo el mundo aumentaron drásticamente y las visitas físicas de agricultores y comerciantes no fueron posibles. Esto se vio agravado por las restricciones impuestas por los puertos cerrados temporalmente.

A pesar de estas adversidades, el Grupo logró mantener el suministro de bienes en un tiempo de reacción extremadamente corto. Al hacerlo, aseguramos la continuidad de la producción y su optimización al asegurar por adelantado todos los materiales necesarios para un proceso de producción sin problemas, esto solo fue posible gracias a nuestra estrategia establecida desde hace mucho tiempo de adquisiciones regionales y locales y relaciones comerciales leales con nuestros proveedores.

En todos los países operativos, la clave fue una perspectiva ágil y flexible. Nuestros equipos estaban dispuestos a probar nuevas ideas y no solo ceñirse a las formas tradicionales de trabajo si las nuevas funcionaban mejor.

Por ejemplo, cada uno de nuestros países operativos también creó sus propios mantras para ayudar a manejar los desafíos. Un gran ejemplo es el siguiente mantra de nuestra oficina en la República Checa, ‘’mi máscara te protege, tu máscara me protege.’’ Junto con este mantra, pudimos implementar muchas medidas nuevas y 10 reglas para garantizar la seguridad de los demás.

Este año probamos nuestra flexibilidad y capacidad de adaptación en todas las áreas del negocio, no solo en producción y ventas, ya que hemos completado un cambio organizacional extendido dentro de nuestra empresa.

Además, también tuvimos que entregar algunos importantes proyectos de inversión en curso. Nuestras obras de construcción en Krefeld, Landshut y Mannheim se gestionaron con diferentes oficios bajo condiciones marco específicas del COVID. El trabajo de construcción continúa en nuestro sitio de Krefeld.

Un alto nivel de dedicación profesional y sacrificios personales hizo que todos los proyectos se mantengan muy cerca de sus cronogramas originales, un logro notable dadas las circunstancias.

En innovaciones de GoodMills - nuestro centro de innovación en Hamburgo - los colegas aún no pueden visitar a sus clientes en persona, por lo que se realizaron seminarios web con ellos. Las muestras de productos se envían por adelantado por correo y luego se prueban juntas por videoconferencia. Además, se capacitó al equipo de ventas para la adquisición telefónica, ya que actualmente el contacto directo con el cliente solo puede realizarse por teléfono.

Después de la primera ola, establecimos muchos escenarios y planes para estar preparados para una posible segunda ola que esperábamos que nunca llegaría. Construimos mercancías de empaques y harina en todos los sitios; Aceleramos muchos proyectos de digitalización para ayudar a administrar nuestra cadena de producción de manera más eficiente y para hacer frente a muchos que trabajan de forma remota.

Estos escenarios continúan ya que muchas de nuestras unidades se encuentran en su tercer confinamiento, y esta vez cada país tiene su propio conjunto de pautas, lo que hace que el trabajo de gestionar estos desafíos sea aún más una asociación entre el equipo del holding y la administración local del país.

Este año es más que extraño, pero nos enseñó muchas cosas nuevas y nos lleva a un nivel completamente nuevo. Hemos demostrado que podemos lograr mucho juntos con una mentalidad ganadora y una gran coordinación. Nos convirtió no solo en un gran equipo, sino en una familia unida.

Molimos más de 2.8 millones de toneladas de granos y vendimos más de 2.3 millones de toneladas de harina y mantuvimos nuestros 25 molinos en 7 países continuamente en producción. Eso es suficiente harina para hacer 4.6 mil millones de hogazas de pan que se extenderían alrededor del mundo en el que vivimos 35 veces.

¡La nueva temporada 20/21 seguirá siendo un desafío, pero sabemos que tenemos el equipo adecuado para afrontarlo y cumplir con lo que se espera de nosotros!

Poner en acción nuestro lema “impulsamos el poder de los granos” en la vida diaria nos hace mirar hacia el futuro con optimismo y creer que gestionaremos bien el 2021.