La revista Economist seguida de cerca por los círculos economia, señaló que las guerras comerciales entre EE. UU. Y China, los gigantes mundiales del comercio de granos y alimentos, ADM, Bunge, Cargill y LDC han aumentado sus ganancias. Sin embargo, según los expertos, la fiesta de ventas de estos gigantes no durará mucho. A medida que China está diversificando sus proveedores, la tendencia hacia la eliminación de intermediarios continuará.
Archer Daniels Midland Company (ADM), Bunge, Cargill y Louis Dreyfus Company (LDC), conocido como el ABCD (Abecedario) del comercio de productos agrícolas, han demostrado ser agentes inevitables durante décadas. Gracias a su excelente información sobre el inventario y el rendimiento, estas empresas han logrado ganar dinero al prediccionar la oferta y la demanda en muchos productos, desde maíz hasta cacao, soja y azúcar, y siempre han logrado dejar su capacidad de almacenamiento sin daños por las fluctuaciones de los precios. Con sus redes portuarias, barcos y flotas de tráiler, siempre han duplicado sus ganancias.
Pero hace cinco años, esta tendencia comenzó a cambiar. Según la revista Economist, estas cuatro empresas gigantes vendieron un total de 351 mil millones de dólares en 2013, lo que representa aproximadamente una cuarta parte del comercio total de alimentos en el mundo. En 2017, las ventas disminuyeron a 260 mil millones de dólares. Las ganancias de las empresas bajaron y valores de sus acciones bajaron.
Según Economist, los márgenes de ganancia han disminuido debido a los precios de productos estables y bajos logrados por la saturación de los mercados globales. Pero a estas empresas principal golpe llegó por el comercio sin intermediario. Los agricultores ahora tienen acceso instantáneo a los datos de precios en todos los mercados a través de aplicaciones telefónicas. Las empresas agrícolas también crecieron y comenzaron a invertir en almacenamiento. Detlef Schoen, quien ha dirigido el comercio de granos de Cargill en Europa en el pasado, resume la situación con analogía. ‘’Hoy en día, no hay necesidad de estos posadas en las rutas comerciales.’’ Por esta razon, la caída de las empresas comerciales gigantes fue inevitable. Hasta que Donald Trump, el presidente estadounidense, decidió imponer aranceles aduaneros adicionales sobre los productos Chinos. La administración del gobierno de Beijing en represalia ataca a la soja, el producto agrícola más importante y exportado por los Estados Unidos, ha bajado los precios de la soja Estadounidense. En cambio, los precios de la soja brasileña subieron. Sin embargo, a medida que la temporada de exportación de Brasil se terminó, la guerra comercial entre Estados Unidos y China siguió cayendo, debido a las esperanzas de un alto al fuego.
Todo esto ha sido un gran golpe para los agricultores estadounidenses, pero el comercio global se ha convertido en un negocio rentable. Desde junio, ADM, Bunge, Cargill y LDC todas ellas han aumentado sus ganancias. Las empresas que solo podriá ganar una ‘’miseria’’ en ventas de gran volumen, desde ahora han comenzado a cobrar ‘’centavo’’. La fluctuación en los precios trajo oportunidades de arbitraje. Cuando bajo los precios de la soja, fue más rentable la venta del procesamiento de este producto y las pulpas restantes de soja sirvieron a vender como alimento para los animales.
Cuando la guerra comercial "movio las piedras de su lugar", el agricultor estadounidense tuvo que encontrar nuevos clientes y los industriales chinos tuvieron que encontrar nuevos proveedores. Por lo tanto, las empresas comerciales gigantes han alcanzado la base para una nueva entidad.
Sin embargo, según los expertos, la fiesta de ventas en ABCD no durará mucho. Como China está diversificando sus proveedores, la tendencia de eliminar a los intermediarios continuará. Los mercados digitales como FarmLead dominan el 12% del mercado de granos en América del Norte y los agricultores pueden vender sus productos aquí a los mejores precios. Así que ya no hay lealtad en el mercado.
Otro problema al que se enfrentan las empresas enraizadas en el mercado es la competencia por la oferta. Glencore Agriculture Canadiense exporta el trigo producido de la región del Mar Negro a los mercados extranjeros y solo ha superado la exportación total de trigo de los Estados Unidos y Canadá. También la empresa estatal de Olam de Singapur provee especias y frutos secos con cascara en Asia y África.
INFLUENCIA CHINA EN AMÉRİCA LATINA
Por otro lado, China se ha entrado en América Latina. COFCO, una empresa China de procesamiento de alimentos, ha convertido en una plataforma de comercio internacional invertiendo miles de millones de dólares. COFCO, una de las 5 empresas más grandes que exportan productos Brasileños, ha incorporado a las empresas Noble Group y Nidera que operan en América del Sur. Los Chinos continúan sus inversiones en granero, puerto y planta de procesamiento en Brasil. Entre ellos, tiene un complejo de granero con una capacidad de 60,000 toneladas en la provincia Mato Grosso con mayor producción de soja del país. Valmor Schaffer, Director General de COFCO International en Brasil, afirma que el 70% de los productos exportados por la empresa se envían a China. Hace tres años, esta tasa era solo del 30%. Schaffer mencionó que las guerras comerciales benefició a los agricultores latinoamericanos y que China esta satisfecha con la calidad de la soja Brasileña. COFCO no tiene la intención de compartir este ‘’botín’’. Schaffer dice que a menos que tengan una participación mayoritaria en ellos, no tienen la intención de asociarse con otras empresas comerciales.
QUIEN VA A COMPRAR EL BUNGE
Los cuatro grandes, llamados ABCD como empresas globales, definitivamente no han recibido un nuevo competidor entre ellos. Sin embargo, la competencia regional los pone en dificultades. Según Sönke Lorenz, de la empresa consultora BCG, quien habla en la revista Economist, el hecho de que muchas empresas operen en el mismo campo deja al ‘’Cuarteto Mundial’’ en una posición difícil. La salida de esta difícil situación se está desplazando hacia el área de procesamiento del producto. Cargill, que obtuve dos tercios de sus ganancias de los alimentos para animales y proteínas, se muestra como la empresa más exitosa a este respecto. Otra salida es la unión de empresas. Sin embargo, debido a la cultura corporativa y las estructuras de propiedad, esto no se ha logrado hasta ahora.
Los disturbios en la gestión de Bunge pueden quizás ser un punto de partida para los matrimonios de empresas. Después de inversiones fallidas en la producción de azúcar, Bunge decidió revisar su estrategia. Ha resultado con fracaso dos elaboraciones relacionadas con la venta de la empresa el año pasado. Parece que se ve difícil para sus competidores ingerir entero un bocado tan grande. Además, el empeño de las instituciones de competencia es un obstáculo importante para las grandes empresas. Los competidores también esperan mejores condiciones de negociación antes de comer en pedazos a Bunge.