Bunge Ltd., la empresa comercializadora de granos gigantes con sede en los Estados Unidos ha ofrecido comprar dos plantas de procesamiento de soja en Brasil de la trituradora local Imcopa, reforzando su posición como el mayor procesador de semillas oleaginosas del país.
Dos fuentes familiarizadas con la transacción dijeron a Reuters que Bunge acordó pagar alrededor de 50 millones de Reales (12 millones de Dólares Americanos) por las plantas mientras asumía una deuda de alrededor de mil millones de reales relacionada con los activos, ubicados en el estado de Paraná. En un comunicado, Bunge confirmó haber hecho una oferta por los activos, y agregó que estaba esperando una decisión judicial para continuar con el proceso. Bunge fué la única empresa que presentó una oferta en la subasta, según una de las fuentes.
Imcopa, que ahora reestructura la deuda en un tribunal de quiebras, dijo en un comunicado que había recibido una oferta por las plantas, aunque no mencionó al postor. Bunge ya es el principal procesador de semillas oleaginosas de Brasil, y la jugada lo ayudará a expandir su liderazgo sobre su rival Cargill Inc, que tiene dos tercios de las plantas de trituración y refinación, según datos del grupo nacional de semillas oleaginosas Abiove. Según los datos de Abiove del año 2018, Cargill poseía 8 unidades de trituración de semillas oleaginosas activas en Brasil y Bunge poseía 12.
Bunge no solo tiene la intención de adquirir las dos plantas industriales. Tiene la intención de contratar a un número significativo de los empleados actuales, según una presentación que Bunge presentó ante el tribunal de quiebras. En el sitio web de Imcopa, la empresa promociona la capacidad de aplastar 1.5 millones de toneladas de soja por año, produciendo hasta 240 mil toneladas de concentrado de proteína de soja. El año pasado, Imcopa finalizó un contrato de arrendamiento con la cervecera brasileña Grupo Petrópolis para el uso de las dos plantas de trituración, alegando un incumplimiento del contrato, y puso los activos a la venta. El contrato de arrendamiento debía expirar en el 2024. Petrópolis declinó hacer comentarios sobre la oferta de Bunge para asumir el control de las dos plantas de Imcopa.