Según el último Informe mundial sobre las crisis alimentarias, el número de personas que sufren inseguridad alimentaria aguda y requieren asistencia urgente en materia de alimentación, nutrición y medios de vida aumentó por cuarto año consecutivo en 2022, cuando más de 250 millones de personas padecían hambre aguda y habitantes de siete países se encontraban al borde de la inanición.
El informe anual, elaborado por la Red de Información sobre Seguridad Alimentaria, ha sido presentado por la Red mundial contra las crisis alimentarias, una alianza internacional de las Naciones Unidas, la Unión Europea y organismos gubernamentales y no gubernamentales que trabaja para hacer frente conjuntamente a las crisis alimentarias.
En el informe se pone de manifiesto que en 2022 alrededor de 258 millones de personas en 58 países y territorios se encontraban en contextos de crisis con una inseguridad alimentaria aguda o en situaciones peores (fases 3 a 5 de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases [CIF/CH]), lo que supone un aumento frente a los 193 millones de personas en 53 países y territorios en 2021. Se trata de la cifra más alta registrada en los siete años de historia del informe. No obstante, gran parte de este crecimiento se debe a un aumento de la población analizada. En 2022, la gravedad de la inseguridad alimentaria aguda aumentó hasta el 22,7 %, desde el 21,3 % en 2021, porcentaje que sigue siendo inaceptablemente elevado y pone de relieve una tendencia al aumento de la inseguridad alimentaria aguda a nivel mundial.