El museo muestra las
repercusiones de la revolución industrial en la producción de harina. Nueva
sala de exposiciones de alta tecnología sobre la molinería moderna creada en
colaboración con Mühlenchemie y Bühler. Una nueva sala del molino escenifica la
molinería moderna de una forma especialmente artística.
El FlourWorld Museum de Wittenburg pone de relieve otra etapa de la historia de la humanidad e inaugura una nueva sala dedicada a la Revolución Industrial. Una época que vio crecer la población mundial y creó, al mismo tiempo, nuevas soluciones técnicas para garantizar su abastecimiento. El tema de la molinería industrial moderna fue concebido y presentado por el conservador del museo, el Dr. Oliver Seifert, en colaboración con Bühler AG, un grupo tecnológico suizo líder en el procesamiento de cereales y Mühlenchemie GmbH & Co KG. Los modelos funcionales de un clasificador óptico, un molino de rodillos y un plansichter, así como una instalación audiovisual, transmiten a las personas interesadas los pasos individuales de la producción industrial del alimento básico del mundo, la harina.
El concepto expositivo "Harina.Poder.Vida" del FlourWorld Museum aborda la importancia de la harina, como alimento básico, para la historia de la humanidad. Esta historia abarca desde el cultivo de cereales hace 10.000 años - momento en que el hombre se hizo sedentario en la llamada Revolución Neolítica- hasta nuestros días. El nuevo capítulo trata de la otra gran revolución de la historia de la humanidad: la Revolución Industrial, que se produjo principalmente en el siglo XIX. Ésta cambió el mundo de forma aún más radical que la Revolución Neolítica 10.000 años atrás. Debe remarcarse que ambas revoluciones están vinculadas, esencialmente, con el procesamiento de los cereales.
Antes de la Revolución Industrial había en Alemania más de 60.000 molinos. Actualmente quedan todavía unas 200 empresas harineras, mientras que la población se ha cuadruplicado. La evolución en el resto del mundo es similar. En la nueva sala de exposiciones se pueden contemplar los logros técnicos y los equipos que han permitido evolucionar desde el molino hasta la fábrica moderna. El punto central son tres objetos expuestos que guían al visitante a través del proceso de producción de la harina. Un clasificador óptico, un molino de rodillos y un plansichter ponen de manifiesto los avances mecánicos de la limpieza, la molienda y el tamizado. Los modelos han sido desarrollados y construidos durante los últimos tres años por 37 aprendices de la tradicional empresa suiza Bühler, de Uzwil. Con ellos se obtiene una visión detallada del funcionamiento de un molino moderno. Para ello, se muestran esquemáticamente todos los pasos de trabajo, totalmente automáticos, de una fábrica de harinas moderna.
"Lo que la sala quiere transmitir, aparte de los procesos procedimentales que conforman la producción moderna de harina, son la potencia y las dimensiones que conlleva el carácter revolucionario y pionero de la producción industrial. Cualquiera que visite hoy un molino moderno, a la vista de las máquinas de acero, las salas blancas selladas y la alta tecnología, apenas puede imaginar las cantidades y masas que se procesan cada segundo para obtener un producto de alta calidad y constante como la harina", afirma Volkmar Wywiol, fundador del FlourWorld Museum.
Para hacer perceptibles estas energías, los organizadores de la exposición recurrieron a medios artísticos. El vínculo era evidente: En el siglo XVII, la construcción de molinos se denominaba "arte de los molinos", debido a sus requisitos técnicos. Una pared modular de 80 paneles móviles que giran lentamente sobre sí mismos -casi como lo hacían las aspas de los molinos de viento- se transforma en una misteriosa máquina. Aparecen cuerpos cristalinos, primero unos pocos, luego cada vez más, y la máquina comienza a arrojar algunos de estos cuerpos fuera de los paneles. La clasificación, después la trituración, luego el movimiento danzante de las partículas sobre los tamices del plansichter - en forma transformada, la pared modular retoma los procesos que se explican a partir de los modelos y los reproduce visual y acústicamente con medios extremadamente reducidos. Este cambio aparentemente irracional del estado de agregación de cristalino a líquido representa la transformación en el molino del grano de cereal indigerible en el producto blanco puro que llamamos harina. Una transformación que, a pesar de toda la ciencia, ha conservado algo de mágico hasta nuestros días.
La nueva sala del molino puede visitarse ahora como parte de una visita al museo cada segundo sábado y cada domingo de 12 a 17 horas en Wittenburg. Una audioguía explica todas las etapas y los objetos expuestos. El FlourWorld Museum es una iniciativa de Mühlenchemie.